Enteritis Linfoplasmocitaria:
Reporte de un caso clínico.
PALABRAS CLAVE > Gastrointestinal > enteritis > procesos digestivos > cronicidad
Bioibérica Veterinaria
Patricia Lorenzo Garcia*
*Médico Veterinario en Clínica Veterinaria Campo Volantín, Bilbao, España.
Introducción
Sandy acude a consulta con relativa frecuencia por procesos digestivos inespecíficos (heces blandas, heces diarreicas, vómitos aislados) que responden favorablemente al tratamiento sintomático.
Anamnesis
Acude a consulta por cuadro de vómitos y diarrea de forma abrupta. Se refiere apatía y anorexia desde el inicio de los síntomas, pero los propietarios descartan ingesta de cuerpo extraños.
Exploración Física
Revela mucosas rosadas con tiempo de relleno capilar ligeramente aumentado. Pliegue cutáneo con persistencia leve. La palpación abdominal es dolorosa, con presencia de gas.
Tratamiento
Se comienza tratamiento con metronidazol, me- tilprednisolona, salazopirina, ENTERO-CHRONIC® y fosfato de aluminio. Actualmente se mantiene estable con dosis reducidas de salazopirina, ENTERO-CHRONIC® y fosfato de aluminio.
Evolución del Paciente
El cuadro clínico evolucionó favorablemente desde el inicio del tratamiento, tardándose más o menos 20 días en normalizarse la ingesta de sólidos, las deposiciones y conseguir la ausencia de vómitos.
Ha presentado algún recrudecimiento de los síntomas, pero controlables con el aumento puntual de la medicación citada con anterioridad.
Diagnóstico enteritis linfoplasmocitaria
Se realiza analítica sanguínea completa: hematimetría con valores correctos para el rango de edad y especie. Bioquímica sanguínea ampliada con amilasa y lipasa, siendo los valores normales. Parámetros de iones (sodio, potasio y cloro) normales.
Figura 1. Corte histológico de duodeno (10x)
Figura 2. Corte histológico de duodeno (40x)
Figura 3. Radiografía abdominal. Estómago sin contenido y presencia de líquidos y algo de gas en asas intestinales.
Figura 4. Mosaico de radiografías de tránsito digestivo con contraste.
En las radiografías habituales y de contraste no se observan datos de interés diagnóstico. La ecografía abdominal detecta presencia de gas y ganglios mesentéricos algo aumentados; no se detecta aumento del peristaltismo.
Al no obtenerse resultados concluyentes con las pruebas diagnósticas menos invasivas se opta por la realización de endoscopia (gastroscopia y duodoenoscopia) con toma de biopsia, confirmándose el diagnóstico de Enteritis Linfoplasmocitaria.
Conclusiones
El diagnóstico definitivo permite controlar con mayor facilidad la sintomatología de la Enteritis Linfoplasmocitaria. Son procesos crónicos en el tiempo que suponen una gran concienciación y esfuerzo por parte del propietario, lo que dificulta el ejercicio del clínico en algunos momentos