1. Introducción
Introducción
El herpesvirus felino (FHV, FHV-1) se encuentra distribuido mundialmente, es causante de las principales afecciones respiratorias agudas del tracto superior del gato (rinotraqueitis) y de forma secundaria genera úlcera corneal (Scherk et al 2013, Thiry et al. 2009., Andrew, 2001). Según la literatura el virus es altamente contagioso entre miembros de la misma especie por contacto directo sin embargo numerosos estudios demuestran que el canal de parto es la causa más común ya que ocasiona una infección lítica en el epitelio la cual se disemina hacia lo largo del tracto respiratorio (tráquea, laringe, bronquios y alveolos). El virus es altamente replicable en ambientes fríos y la excreción del mismo comienza 24 horas posteriores a la infección con una duración de 1 a 3 semanas en un ambiente favorable, por lo general el cuadro resuelve por sí mismo en 10 a 14 días (Thiry., 2009, Scherk et al., 2013, Heatley., 2017).
La infección permanecerá latente en los gatos ya que el agente persiste en las células nerviosas, esto significa que los infectados se convierten en portadores a lo largo de su vida sin embargo algunos dejan de eliminar el virus y otros pueden presentarlo de forma intermitente más aún cuando se presentan episodios de estrés o se suprime el sistema inmune del felino, generando problemas oculares (Thiry., 2009).
La signología del herpesvirus puede dividirse en tres partes:
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Infección de vías respiratorias superiores: los signos típicos incluyen conjuntivitis, secreción ocular, estornudos, secreción nasal, sialorrea, faringitis, letargo, anorexia y fiebre.
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Queratitis: es poco frecuente, dando lugar a la formación de múltiples úlceras corneales ramificadas conocidas como queratitis dendrítica y este hallazgo se considera patognomónico de la infección de FHV-1.
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Dermatitis asociada a FHV: Es una manifestación poco frecuente, las zonas afectadas por lo general están alrededor de la nariz, boca y miembros torácicos (Gould, 2011).
El diagnóstico presuntivo de la enfermedad se da por la presencia de signos típicos y se puede confirmar con exámenes oculares u orales, donde se toma una muestra para enviarla a cultivo o bien si la presentación es dérmica se puede diagnosticar mediante biopsia. La enfermedad puede presentarse en gatitos desde las 9 semanas de edad y es común en grupos de gatos como los que se encuentran en refugios donde el estrés constante puede conducir a la reactivación del virus y ser esparcida por los gatos portadores. Una dosis alta de exposición puede conducir a períodos de incubación más corto y con signos clínicos más severos (Scherk et al., 2013).
Materiales y métodos
Para la obtención de la información bibliográfica se consultaron artículos indexados y libros de oftalmología contemplados en el año del arte, así como el reconocimiento de la publicación. Los criterios de inclusión que se tomaron en cuenta: Año de publicación (2000- 2017) [sin embargo algunas referencias previas a este rango fueron citadas debido a la importancia de su información], herpesvirus felino, FHV-1, gato, oftalmología, úlcera corneal. Los mecanismos de búsqueda relacionados al tema fueron: Pud Med Center, Journal of American Veterinary Medical Association, Journal of Veterinary Medicine, Journal of Feline Medicine and Surgery, American Association of Feline Practitioners, Veterinary Ophtalmology, Medicine and Animal Health, Journal of Veterinary Internal Medicine – Wiley online library, Veterinary Clinics of North America Small Animal Practice, American Journal of Veterinary Research, Journal of Veterinary Virology. En estos artículos se buscó la descripción y propósito de conocer la fisiopatología, diagnóstico y tratamiento acerca de úlcera corneal asociada a herpes virus felino.
Marco Teórico
El herpesvirus felino es la causa infecciosa más estudiada de la enfermedad ocular en gatos, el diagnóstico y tratamiento de las manifestaciones oculares puede ser difícil, frustrante, costosa y recurrente. Los animales infectados por FHV-1 pueden presentarse con signología corneal o una combinación de los signos conjuntivales y corneales; las enfermedades oculares incluyen conjuntivitis crónica, simblefaron, queratoconjuntivitis seca, queratitis eosinofílica, queratitis estromal y secuestro corneal (Maggs et al 2010).
El FHV1, invade las terminaciones sensoriales nerviosas del nervio trigémino en el cual comenzará su etapa de latencia a nivel del hueso temporal en la fosa petrosa ubicada en la base del cráneo (Andrew 2001). La etapa de latencia comienza cuando el virus persiste en forma de un episoma en el núcleo de los ganglios del trigémino. El episoma es un fragmento de material genético viral que puede existir en un estado extracromosómico autónomo o insertarse en el cromosoma de una célula diana; esta es una de las características vegetativas que poseen tanto virus como bacterias (Curtis, H. 2001). Se ha encontrado durante la fase de espera un segmento de ARN conocido como transcripción asociada a latencia (LAT) en todos los pacientes positivos a FHV-1, aunque no está bien conocido su mecanismo de acción, se ha podido aislar este factor en los ganglios del trigémino, pero no se ha confirmado que se encuentre en otros tipos de tejido (Andrew, 2001). Con base en estos hallazgos se realizó un estudio usando reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa para identificar FHV-1 en la córnea de gatos sanos sugiriendo que no es viable su latencia en este tejido (Andrew, 2001).
Es por estas razones que no se cuenta con un método diagnóstico efectivo para determinar qué paciente se encuentra en estado de latencia debido a que el genoma del virus permanece en el núcleo de las células del huésped sin generar replicación (Scherk et al 2013).
De manera experimental se ha logrado reactivar al virus FHV-1 con terapias de corticoesteroides en un 70% de especímenes felinos. De igual manera se ha determinado que el amamantamiento (40%) y el cambio de medio ambiente (18%) son un factor de estrés que desencadena la recrudescencia (Thirty et al 2009).
El mecanismo de la recrudescencia no está bien entendido, pero puede generar 3 escenarios posible: re-liberación del virus sin presencia de signos clínicos; iniciar proceso infeccioso con signología similar a la etapa aguda pero con menor severidad; desarrollar enfermedad inmunopatología expresándose como queratitis estromal crónica (Andrew 2001).
Lesiones oculares
Ulceración geográfica corneal
Se determina como signo patognomónico de FHV-1 en donde grandes áreas irregulares de ulceración corneal pueden desarrollarse de manera primaria única o múltiple. Estas pueden evolucionar rápidamente de una úlcera dendrítica hasta formar una úlcera estromal, generar un descemetocele e incluso terminar con la perforación del globo ocular (Gould., 2011, Hartley, 2017, Gelatt, 2013).
Queratitis estromal
Se describe como una condición secundaria inmunomediada por la presencia del virus FHV-1 en el tejido estromal que inicia y perpetúa la inflamación de dicho estrato. Este signo es poco común durante las infección por FHV-1 pero se considera una forma significativa de la enfermedad por el elevado potencial para la opacidad del estroma que amenazaría la visión y cicatrización. Esto se debe a que favorece la formación de neovascularización profunda de la córnea acompañado de un infiltrado celular y fibrosis (Hartley, 2017).
Úlcera dendrítica
Signo patognomónico de la fase inicial de recrudescencia de FHV-1, presenta una evolución tan rápida que puede convertirse en una úlcera geográfica en poco tiempo; de manera preventiva se puede realizar tinción de fluoresceína o rosa de bengala para su detección y tratamiento temprano. La lesión suele ser una lesión de recuperación lenta y derivar en un proceso inflamatorio crónico (Hartley., 2017 y Glaze., 1999). Ver figura 1.
Conjuntivitis neonatal
(Oftalmia neonatorum)
Es un proceso infeccioso causado por FHV-1 que se transmite de manera directa de madre a hijo a través del canal del parto o por contacto con otros cachorros. Los signos se manifiestan durante la etapa neonatal antes de la apertura de los párpados generando descargas mucopurulentas; como consecuencia se genera lesión directa hacia la córnea del paciente e incluso provoca perforación del globo ocular (Gould, 2011).
Conjuntivitis
La conjuntivitis, resulta ser secundaria a la replicación viral del FHV-1 y aparece después de un periodo de incubación de 2 - 6 días en neonatos y adolescentes mismos que se presentan con secreción ocular serosa, estornudos, hiporexia o anorexia; cuando se complica con rinotraqueitis infecciosa puede presentar fiebre. La necrosis difusa del epitelio de la conjuntiva puede ser apreciable después del día 4 y a menudo se encuentran un gran número de inclusiones intraoculares en el epitelio conjuntival (Gould, 2011).
La conjuntivitis puede presentarse como uni o bilateral y puede estar acompañada de quemosis; se manifiesta como hiperemia o enrojecimiento con secreción serosa que progresa durante varios días hasta obtener una descarga mucopurulenta (Thiry 2002). Ver figura 2 y 3.
Queratitis
El herpesvirus felino es la única causa documentada de ulceración corneal inducida por un agente viral. La reincidencia del virus se ha asociado con la inmunosupresión causada por enfermedades como: leucemia viral felina (LeVF) y virus de inmunodeficiencia felina (VIF) así como el estrés causado por cambio de ambiente, nuevo miembro en casa, viajes, cirugías o incluso la administración sistémica de corticosteroides. Así pues, las úlceras corneales dendríticas son indicativas de la infección por herpesvirus felino, la signología depende de la profundidad de la infección corneal y de la cronicidad (Gould, 2011., Gelatt, 2013).
Queratoconjuntivitis seca
Esta afección ocurre en pacientes con blefaroconjuntivitis crónica o recurrente a veces causada por la infección por FHV-1 (Gelatt 2013). Esta patología se caracteriza por la disfunción de la glándula lagrimal del tercer parpado y la glándula lagrimal principal que disminuyen considerablemente la porción acuosa de la lagrima, generando un aumento compensatorio de la porción mucinosa. Esto reduce la lubricación del globo ocular y la lagrima se torna hipertónica generando mayor deshidratación tanto de la córnea como de la conjuntiva (Gelatt, 2013). La signología que puede presentarse incluyen hiperemia conjuntival, apariencia de ojo seco, hiperplasia epitelial corneal y ulceración corneal (Gould,2011).
Aproximación diagnóstica
Además de tomar la historia clínica, anamnesis y realizar examen físico general, es importante realizar examen oftalmológico minucioso a todos los pacientes sospechosos de infección por FHV-1. En su presentación aguda es usualmente diagnosticada con base en los signos clínicos, pero es mejor corroborar con estudios de laboratorio como la citología ocular, donde se puede encontrar presencia de cuerpos de inclusión intranucleares, sin embargo, la literatura citada menciona que a la tinción de Wright - Giemsa no son fácilmente identificables por lo cual podrían pasarse por alto. En su presentación crónica la citología conjuntival puede ser de ayuda, pero rara vez se diagnostica por este medio (Nassie., 1997).
Tinción con rosa de bengala
La tinción con rosa de bengala es un colorante que tiñe células muertas y degeneradas ayudando a identificar lesiones dendríticas tempranas antes de observar la interrupción del epitelio corneal (Gelatt., 2013).
Fluoresceína sódica tópica
Colorante soluble en agua capaz de teñir estructuras hidrofílicas. ayuda a detectar úlceras corneales, puesto que la membrana del epitelio pierde su continuidad y al ser hidrofóbica permite que el colorante se adhiera al estroma hidrofílico. Esta prueba es de vital importancia para la detección de úlceras dendríticas pues resulta imposible verlas a simple vista (Gelatt, 2013). Ver figura 4.
PCR
Los estudios de laboratorio que se utilizan para el diagnóstico de FHV-1 son el PCR y el aislamiento viral; éste último detecta los efectos citopáticos de la replicación del FHV-1 en las líneas celulares. La prueba de PCR es sensible en las infecciones agudas, pero no es sensible a las infecciones crónicas a menos que se realice la medición en un paciente en el cual el FHV-1 se haya reactivado. El PCR anidado es altamente sensible ya que identifica el ADN de FHV-1 y por lo tanto no requiere un virus viable para un resultado confirmatorio, sin embargo, puede arrojar falsos positivos ya que utiliza marcadores internos que son muy frágiles a la contaminación (Hartley, 2010). Ver figura 5.
A continuación, se muestra los resultados de PCR confirmando la presencia de FHV-1 en un paciente felino. Se agradece al MV Oscar Arrellano que labora en el hospital Centro Médico para Gatos de la Ciudad de México por participar en el presente escrito y al paciente Benito Barriga por permitirnos utilizar sus resultados.
ELISA
La serología (ELISA) o la neutralización del suero (SN) son pruebas realizadas en muchos laboratorios, sin embargo no se consideran clínicamente útiles debido a la alta prevalencia de vacunación contra la rinotraqueitis viral felina en comparación con los títulos de anticuerpos sistémicos del FHV-1 (Gaskell y Dawson 1998).
Anticuerpos Fluorescentes
Para realizar la prueba con anticuerpos fluorescentes de raspado conjuntival o corneal es importante tomar la muestra antes de la tinción de fluoresceína ya que el colorante puede arrojar resultados falsos positivos (Hartley., 2010).
Cabe recordar que como la reactivación viral se encuentra en el ganglio trigémino puede ser desencadenada por la estimulación del nervio, por lo tanto, los resultados positivos deben ser interpretados en función de la presencia de la patología corneal. Dada la complejidad de la interpretación de los hallazgos, muchos especialistas confían en la coherencia de los signos clínicos con los antecedentes de enfermedades respiratorias para hacer un diagnóstico asociado a FHV-1 (Hartley., 2010).
Tratamiento
El tratamiento para úlcera corneal es frustrante tanto para el veterinario como para el propietario, al tener que administrar varios medicamentos en distintos momentos del día. El manejo puede tornarse estresante para el paciente y existe escasa evidencia científica para apoyar su uso. Las infecciones primarias por FHV-1 suelen ser solo de la conjuntiva y generalmente son autolimitantes. El tratamiento debe ser integral, es decir se debe tratar los signos respiratorios superiores, controlar anorexia y la deshidratación. En cuanto a las lesiones oftálmicas se ha observado la presencia de Chlamydophila y Mycoplasma mismas que pueden ser tratadas con oxitetraciclina o cloranfenicol cada 6 horas (Gelatt,2013).
Existen diversos tratamientos que sugiere la literatura y las investigaciones recientes para controlar la reincidencia del herpesvirus felino como son:
Análogos del ADN
Éstos son virostáticos actúan a través de la inhibición de la polimerasa de ADN, un ejemplo es la trifluorotimidina conocida como trifluridina o 5FT trifluoro-timidina que muestra un eficacia in vitro contra el FHV-1, sin embargo su uso en gatos no ha sido reportada, además es muy costosa, difícil de conseguir y su administración tiene que darse de 4 a 6 veces al día durante 21 días mínimo (Gould., 2011).
Ganciclovir
Retroviral disponible en farmacias del Reino Unido, ha demostrado una eficacia en cuanto al tratamiento en estudios in vitro, por lo cual se convierte en un tratamiento prometedor para este padecimiento (Gould 2011).
Cidofovir
Retroviral normalmente se utiliza para el tratamiento de citomegalovirus en humanos. Algunos estudios demuestran que es eficaz contra el FHV-1 in vitro e in vivo. El interés particular de esta droga es la capacidad de mantener el metabolito activo con una semivida intracelular de 65 horas. lo cual parece verse reflejado en la administración cada 12 horas a una concentración de 0.5% de cidofovir (Gould, 2011).
Aciclovir
Retroviral disponible casi en todas las partes del mundo, en su presentación tópica es bien tolerado en gatos, sin embargo, en su presentación sistémica ha presentado efectos adversos como la supresión de la médula ósea por lo tanto debe evitarse esta vía de administración. Algunos estudios demuestran que el aciclovir no es eficaz para el FHV-1 in vitro, aunque su utilización en conjunto con interferón alfa mejora los resultados (Gould, 2011). Pese a lo anterior un estudio descrito por Hartley en 2010 refiere que el aciclovir tópico administrado 5 veces al día en gatos con queratitis herpética es clínicamente eficaz (Hartley, 2010).
Idoxuridina
Análogo de la timidina, compite con esta para su incorporación en el ADN viral lo que hace que el virus resulte incapaz de replicarse. Además, es un inhibidor inespecífico de la síntesis de ADN que afecta cualquier proceso que requiera timidina. Se encuentra en solución oftálmica de 0.1% o 0.5% en pomada, normalmente es bien tolerado por lo gatos y debe aplicarse de cinco a seis veces al día (Maggs., 2017).
ELISA
La serología (ELISA) o la neutralización del suero (SN) son pruebas realizadas en muchos laboratorios, sin embargo no se consideran clínicamente útiles debido a la alta prevalencia de vacunación contra la rinotraqueitis viral felina en comparación con los títulos de anticuerpos sistémicos del FHV-1 (Gaskell y Dawson 1998).
Anticuerpos Fluorescentes
Para realizar la prueba con anticuerpos fluorescentes de raspado conjuntival o corneal es importante tomar la muestra antes de la tinción de fluoresceína ya que el colorante puede arrojar resultados falsos positivos (Hartley., 2010).
Cabe recordar que como la reactivación viral se encuentra en el ganglio trigémino puede ser desencadenada por la estimulación del nervio, por lo tanto, los resultados positivos deben ser interpretados en función de la presencia de la patología corneal. Dada la complejidad de la interpretación de los hallazgos, muchos especialistas confían en la coherencia de los signos clínicos con los antecedentes de enfermedades respiratorias para hacer un diagnóstico asociado a FHV-1 (Hartley., 2010).
Tratamiento
El tratamiento para úlcera corneal es frustrante tanto para el veterinario como para el propietario, al tener que administrar varios medicamentos en distintos momentos del día. El manejo puede tornarse estresante para el paciente y existe escasa evidencia científica para apoyar su uso. Las infecciones primarias por FHV-1 suelen ser solo de la conjuntiva y generalmente son autolimitantes. El tratamiento debe ser integral, es decir se debe tratar los signos respiratorios superiores, controlar anorexia y la deshidratación. En cuanto a las lesiones oftálmicas se ha observado la presencia de Chlamydophila y Mycoplasma mismas que pueden ser tratadas con oxitetraciclina o cloranfenicol cada 6 horas (Gelatt,2013).
Existen diversos tratamientos que sugiere la literatura y las investigaciones recientes para controlar la reincidencia del herpesvirus felino como son:
Análogos del ADN
Éstos son virostáticos actúan a través de la inhibición de la polimerasa de ADN, un ejemplo es la trifluorotimidina conocida como trifluridina o 5FT trifluoro-timidina que muestra un eficacia in vitro contra el FHV-1, sin embargo su uso en gatos no ha sido reportada, además es muy costosa, difícil de conseguir y su administración tiene que darse de 4 a 6 veces al día durante 21 días mínimo (Gould., 2011).
Ganciclovir
Retroviral disponible en farmacias del Reino Unido, ha demostrado una eficacia en cuanto al tratamiento en estudios in vitro, por lo cual se convierte en un tratamiento prometedor para este padecimiento (Gould 2011).
Cidofovir
Retroviral normalmente se utiliza para el tratamiento de citomegalovirus en humanos. Algunos estudios demuestran que es eficaz contra el FHV-1 in vitro e in vivo. El interés particular de esta droga es la capacidad de mantener el metabolito activo con una semivida intracelular de 65 horas. lo cual parece verse reflejado en la administración cada 12 horas a una concentración de 0.5% de cidofovir (Gould, 2011).
Aciclovir
Retroviral disponible casi en todas las partes del mundo, en su presentación tópica es bien tolerado en gatos, sin embargo, en su presentación sistémica ha presentado efectos adversos como la supresión de la médula ósea por lo tanto debe evitarse esta vía de administración. Algunos estudios demuestran que el aciclovir no es eficaz para el FHV-1 in vitro, aunque su utilización en conjunto con interferón alfa mejora los resultados (Gould, 2011). Pese a lo anterior un estudio descrito por Hartley en 2010 refiere que el aciclovir tópico administrado 5 veces al día en gatos con queratitis herpética es clínicamente eficaz (Hartley, 2010).
Idoxuridina
Análogo de la timidina, compite con esta para su incorporación en el ADN viral lo que hace que el virus resulte incapaz de replicarse. Además, es un inhibidor inespecífico de la síntesis de ADN que afecta cualquier proceso que requiera timidina. Se encuentra en solución oftálmica de 0.1% o 0.5% en pomada, normalmente es bien tolerado por lo gatos y debe aplicarse de cinco a seis veces al día (Maggs., 2017).
Interferones
Los interferones (IFN) son citoquinas liberadas por las células del huésped en respuesta a la infección viral y conocidos por tener una amplia actividad antiviral. Estos se clasifican en dos grandes grupos:
Tipo 1: Representado por interferón alfa, beta y omega (INF- ∂, INF- ß, IFN- Ʊ) que pueden ser producidas por la mayoría de los tipos celulares.
Tipo 2: Representado por interferón gamma (IFN- δ) solo va a ser producido por ciertas células del sistema inmune, incluyen CD4 y CD8.
Los tratamientos con interferón tipo 1 son prometedores ya sea en administración vía oral o parenteral (Gould, 2011).
L- lisina
Se recomienda el uso de L-lisina a dosis de 500 mg en adultos y 250 mg en cachorros como suplementación en alimento dos veces al día como tratamiento para disminuir los signos clínicos en pacientes con FHV-1 recrudescente (Gelatt,2013). El mecanismo de acción de la L-lisina se describe como un antagonismo de arginina para reducir la replicación viral del FHV-1. En ensayos in vitro la replicación del virus se ha visto suprimida casi por completo en ausencia total de arginina (Stiles 2002). El uso de L-lisina en medicina humana ha demostrado que ayuda significativamente a reducir las lesiones ocasionadas por el periodo de recrudescencia del herpesvirus simple tipo 1 (HSV-1) e incluso mejorando el tiempo de recuperación y disminuyendo la severidad de los signos clínicos (Maggs, 2003).
Se ha reportado que los niveles plasmáticos de L-lisina con dosis de 400 mg se duplican en un rango de 1 a 3 horas, pero no son capaces de mantenerse hasta las 24 horas posteriores a su administración para alcanzar un nivel óptimo terapéutico; de igual manera los niveles de arginina en plasma no presentan variaciones significativas ante niveles altos de L-lisina (Maggs, 2003).
Se ha encontrado que la administración de L-lisina presenta efectos benéficos en la mayoría de los pacientes, pero existen variaciones genéticas entre individuos que puede potenciar sus efectos o inhibirlos. Por lo tanto, se recomienda utilizarlo en combinación con otros fármacos terapéuticos pero no se aprecian cambios significativos si se usa como único tratamiento (Gelatt 2013, Maggs 2003, Stiles 2002).
Tratamiento experimental
Recientemente los científicos del Instituto Baker para la Salud Animal en el Colegio de Medicina Veterinaria de Cornell han desarrollado un sistema modelo para un nuevo tratamiento en estas afecciones oculares en el 2016 el cual consistió en la utilización de tejidos donados de gatos que murieron por causas distintas a la enfermedad ocular. Inocularon FHV-1 a algunas de las córneas y dejaron otras sin infectar, luego probaron la efectividad de dos fármacos que se usan regularmente para el tratamiento típico de infecciones oculares como el cidofovir y aciclovir; ambos fármacos eliminaron la infección con una aplicación cada 12 horas pero el cidofovir fue el más eficaz. Siguiendo esta base, Van de Walle y su equipo utilizaron el mismo sistema modelo para identificar otro fármaco capaz de controlar la infección del FHV-1 el cual normalmente se utiliza en medicina humana. El raltegravir es un medicamento utilizado en pacientes humanos con VIH y aunque algunas investigaciones indican que puede ser eficaz contra el herpes virus en humanos nunca se ha utilizado en el tratamiento de los padecimientos en felinos. La investigación encuentra que es muy eficaz contra el FHV-1 con una aplicación cada 24 horas esto significa que el raltegravir podría ser tan eficiente con solo una administración al día a diferencia de los tratamientos habituales (Matthew, 2016).
Discusión
Existen diversos padecimientos a nivel oftalmoscópico secundarios a FHV-1, el propósito de la presente revisión bibliográfica fue hacer hincapié en la lesión corneal, mismo que es el más frecuentemente encontrado en pacientes felinos con historia clínica de contacto con congéneres infectados. Además de evaluar los posibles tratamientos instaurados en los últimos años e investigar si existía referencia de alguno nuevo.
Las opciones de tratamiento para la enfermedad ocular secundaria a FHV-1 deben ser individuales, tomando en cuenta la severidad de la lesión y la disposición del propietario. Uno de los puntos a tomar en cuenta además de los signos clínicos son el cumplimiento de los propietarios y las consideraciones financieras. Además del tratamiento dirigido a oftálmico, debemos incluir la reducción del estrés y el tratamiento de apoyo, reposición de líquidos, equilibrio ácido básico y antibacterianos y administrar los agentes virales tópicos y el complemento con interferón.
Conclusión
Según la literatura consultada la úlcera corneal secundaria a herpes virus felino se considera la causa primaria de padecimientos a nivel ocular en felinos domésticos. El diagnóstico y tratamiento son un desafío para el veterinario, ya que es delicado el manejo correcto de la muestra para no tener un falso positivo, además de que es posible que no se tengan a la mano los métodos diagnósticos de acuerdo con la ubicación del clínico. Por otro lado los propietarios tienen la responsabilidad del otro 50% del éxito de la recuperación del paciente con la frecuencia y consistencia del tratamiento mismo que se ve mermado por el difícil manejo de la mascota ocasionado por el estrés constante debido a las administraciones continuas; si no se tiene el entrenamiento adecuado generará la persistencia del herpesvirus felino a nivel corneal.
Es importante tomar en cuenta la anamnesis, el examen físico y oftalmoscópico del paciente, además de llevar a cabo las pruebas oftalmoscopias en cada uno de los pacientes sospechosos a daño corneal ya que de no diagnosticarlos pudiera complicarse en un periodo de tiempo corto teniendo como resultado la pérdida del ojo o bien la pérdida de la visión.
Los tratamientos convencionales con antivirales y antibióticos han generado buena respuesta en las lesiones oculares, sin embargo, es necesario recalcar la importancia que tienen los nuevos estudios como el modelo generado el año pasado en la Universidad de Cornell en el cual la frecuencia de administración se verá reducida a una vez al día, mismo que repercutirá en un menor manejo del paciente y por consecuencia en un menor estrés para el mismo.
Agradecimientos
Al MVZ Oscar Arellano que labora en el hospital Centro Médico para Gatos de la Ciudad de México por facilitarnos las imágenes utilizadas en el presente escrito y al paciente Benito Barriga por permitirnos utilizar sus resultados.
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Úlcera corneal asociada
a herpesvirus felino
PALABRAS CLAVE > Úlcera corneal > herpesvirus felino > queratitis > dermatitis > úlcera dendrítica > conjuntivitis neonatal
MVZ M. en C. Fred Pineda Bolivar1
MVZ María Elena González Mercado2
MVZ Carlos Francisco Benitez Barrera3
2.- mariaelena.gonzalez@upaep.mx .
3.- carlosfrancisco.benitez@upaep.edu.mx
Especialidad en Medicina y Cirugía de Perros y Gatos
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla